AMOR INCIERTO
Me acostumbré al aroma de su cuerpo.
A la dulce ambrosía de sus labios
Y convertí su boca en un estuario,
Donde saciar mi sed con cada beso.
Recosté mi cabeza entre sus pechos,
Cordilleras al borde de aquel valle
Milagro de la vida en un paisaje
Repleto de manzanas y cerezos.
Ella fue más que vida y que la muerte
El todo que llegó a llenar mi nada,
Fue en mi oscuridad, luz de mañana
Que llenó de pasión mi cuerpo inerte
Arcoíris danzante repleto de colores
Nubes plasmada en lienzo, bellas flores
Sol que iluminaba el cielo infinito.
Dama de mis tormentos en noches de desvelo
Bella mujer a La que mi amor profeso
Sin saber era cierta, o solo un mito
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